Teníamos en mente desde hace tiempo hacer algo para decorar la habitación que tenemos como gimnasio en casa. Aunque llevamos año y medio viviendo en nuestra casa, todavía tenemos las paredes limpias, sin cuadros, ni pósters, ni siquiera un triste vinilo. En casa todavía no somos papás pero estamos a dos meses, así que como se acercaba el día del padre, decidí hacer un DIY para ese día.
Llevaba un tiempo dándole vueltas a cómo hacer un expositor, por llamarlo de alguna forma, para tener organizados todos los dorsales y medallas que vamos teniendo por casa, sin necesidad de esconderlos en una caja como los tenemos ahora. Aunque sea el día del padre en realidad es un regalo para los dos, ya que por suerte compartimos la misma afición por el deporte. Gracias a internet (y que con el embarazo tengo tiempo de sobra para buscar ideas), he dado con la solución: un portadorsales para colgar en la pared.
Con una tabla de contrachapado, escarpias, pinzas, un bote de Fleur Paint de Caype y los consejos de mi tía (mi gran enciclopedia de manualidades) ya tenemos algo con lo que mantener la motivación y de paso decorar la pared de lo que mi hermana llama "la sala de la tortura".
Como para todo hay una primera vez, ésta ha sido mi primera experiencia con la chalk paint. Usé como tono de base una chalk paint casera con la receta que tiene Inventando baldosas amarillas en su blog. Desconozco como serán los acabados de otras marcas, pero las que yo he usado, tanto la casera como la de Fleur Paint me han encantado. Yo he usado un rodillo para extenderlas, pero cubre todo perfectamente, no hace falta imprimación y tras lijar el color final queda un acabado shabby chic muy chulo. Además es una pintura que seca enseguida, ¡en diez minutos tenía el tablero listo para envejecer!
Una vez desgastado el color sólo tenía que colocar las escarpias para poder colgar las medallas y clavar con chinchetas las pinzas que nos sujetarán los dorsales. Los nombres los pinté con pintura acrílica.
Ahora sólo nos queda colgarlo y empezar a llenarlo.
Ahora sólo nos queda colgarlo y empezar a llenarlo.
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